Semana grande para Nueva York que celebra estos días la #NYFW. Se me ha
ocurrido publicar esta guía, ahora que todo el mundo parece estar allí. Puede
que las cosas hayan cambiado un poco durante este tiempo, sin embargo, estos son
mis recuerdos de aquel verano que pasé en Nueva York.
Hay dos formas de estar en la Gran Manzana, la primera, con los pies en el suelo y la cabeza mirando a los interminables edificios
apiñados en la isla de Manhattan, y la segunda, a vista de pájaro. Si
quieres ver a los neoyorquinos como pequeñas manchas en el suelo no puedes
dejar de subir al ESB o al Crysler Building, la entrada suele
rondar los 20 dólares. Otra forma para disfrutar de la ciudad desde las
alturas es hacer un viaje en helicóptero alrededor de la isla. El billete para
media hora cuesta $200, así que solo es apto para aquellos que no escatimen en
gastos.
Por otra parte, Nueva York alberga algunos de los
museos más bellos del mundo. En algunos de ellos podrás encontrar las mejores
obras de arte del planeta y en otros, como es el caso del Guggenheim, la joya es el museo en sí mismo. El edificio, diseñado
por Frank Lloyd Wright, fue construido en el 1957. Aprovecha una mañana
luminosa de tu viaje para pasear por la 5av. y ver este maravilloso edificio,
eso sí, siempre antes de las 5 pm. Un poquito más abajo te darás de bruces con
el Metropolitan. Entrar a dar un
paseo por la historia de la civilización te costará la voluntad y además una
vez dentro podrás acceder a su azotea (merece la pena subir). En la 53th con la
5av. está el MOMA. La entrada cuesta
$25 y merece la pena pagarlos, ya que el día de entrada libre (viernes) no
podrás ver nada. Si tienes tiempo no dejes de ver el Museo de Historia Natural.
Pasear por Nueva York no deja de ser una sorpresa
constante. Cada portal, cada calle por la que pases tendrá algo inspirador o
sorprendente. No dejes de pasear por el Upper
East Side, una de las zonas más cotizadas de la ciudad, ni por el Upper West Side donde como visita
obligada está el edificio donde vivió y murió John Lennon, el Dakota (72th). Otro de los barrios
imprescindibles de Manhattan es el SOHO (Sprint st. en línea verde). Sus
restaurantes y sus tiendas con encanto hacen que merezca la pena su visita. Las
mejores calles son Prince St, West Broadway y Bleecker st. Antes de pasear por
Bleecker st. tienes que haber dejado hueco en el estómago para probar las
mejores cupcakes de la ciudad en Magnolia Bakery. Desde el SOHO se puede
ir caminando hacia el West Village
hasta llegar a Meatpacking District.
Esta zona goza de un buen ambiente nocturno, con sus rooftop y algunos de los
pub más exclusivos de la ciudad. Sin embargo este barrio que en otra época
albergaba mercados de carne, ahora se ha convertido en una zona agradable para
los sentidos. Desde intervenciones en los mercados, donde podrás encontrar
productos ecológicos, hasta uno de los espacios urbanos más bonitos del
barrio, el High Line. Este parque en
altura con sus tumbonas de madera se ha convertido en un buen lugar donde
relajarse del tumulto neoyorquino. Otros barrios que merecen la pena para
pasear son Nolita, Tribeca, Noho, East
Village y Greenwich Village. En este último párate en el Washington Square Park y presencia
algún concierto improvisado. En algún momento tus pies te llevarán hasta Little Italy y China Town. Entra, mira, vete, y no vuelvas, al menos en Little
Italy, donde solo encontrarás restaurantes de mala calidad y a precios
elevados. China Town por su parte constituye un micro mundo en el centro de
Manhattan que es digno de ver.
Entre los edificios más emblemáticos de la ciudad está el
Flatiron. Durante muchos años fue el
rascacielos más alto de la ciudad y también es conocido como La Plancha.
Acércate hasta el Rockefeller Center
y hasta St. Patrick Cathedral. No
dejes de cruzar el Brooklyn Bridge a
pie y no olvides bajar al parque que hay a sus pies para ver uno de los atardeceres
más bonitos de Nueva York. Si no quieres perderte nada de nada, levántate
temprano, ponte ropa deportiva y ve a correr alrededor del lago de Central Park. Aunque otra de las formas
de recorrer el pulmón neoyorquino también puede ser a bordo de unos patines o
una bicicleta alquilada. Acércate hasta Harlem
para escuchar jazz en algún bareto sin renombre y nunca vayas al zoo del Bronx.
Imágenes: Verano de 2009 @elsoldeinvierno
Muchos de los recién llegados a Nueva York suelen pensar
que no hay vida más allá de Manhattan, pero caen en un error, ya que te puedes
dejar atrás algunos de los mejores rincones de la ciudad. Uno de los distritos
más de moda de Nueva York es Brooklyn.
Tanto de día como de noche. Williamsburg
es uno de los barrios más jóvenes y atrevidos de la ciudad, de día encontrarás
mercadillos callejeros, parques enormes donde tumbarte al sol y algunas de las
mejores tiendas vintage (Beacon´s
closet o Not Just Vintage). Haz
una parada obligada en Julliette (Bedford
av con 5st) y tómate una de sus deliciosas hamburguesas en su terraza de
arriba. En Williansburg también está
otro de mis restaurantes favoritos de la ciudad. Se llama Aurora (Grant st.) y tiene sorpresa. Después de una cena a la luz
de las velas, sal del restaurante y baja la calle, no tengas miedo por la falta
de luz, déjate arrastrar por la luz de fondo. Llegarás a un pequeño parque con
tres árboles y tres bancos, siéntate y ya me contarás...
No olvides comprar "Time
Out" en cualquier establecimiento y echar un vistazo a todos los
eventos que hay previstos para la semana. Allí podrás ver desde los musicales
que están en cartel en Broadway,
hasta los garitos más punteros del momento. Mi recomendación es que camines
todo lo que puedas mientras tus pies te lo permitan, pero cuando los gemelos se
resientan, los encargados de transportarte en Nueva York son los viejos vagones
de metro. No es el más rápido del mundo, pero tiene su esencia. Compra un
ticket para el tiempo que dure tu estancia, hay de una semana y de un mes. A la
larga es más económico que pagar un ticket diario.
La vida nocturna neoyorquina es muy activa, aunque nunca
llegará a ser como la española ya que la mayoría de los sitios cierran a las 4
am (desde otro punto de vista está bien, ya que te servirá para aprovechar el
día). Si vas en esta época del año, la mejor opción para tomar una copa es
desplazarse hasta un rooftop. Alguno de los que están más de moda son
el Hotel Gansevoort en el
Meatpacking District, el 230 Fifth desde el que podrás tocar el
ESB con tus manos y el Roosevel Hotel
en el Midtown. En Jane st. hay un hotel muy exclusivo donde en una buena noche
podrás compartir barra con el mismísimo Jude Law, se llama Jane Hotel. Eso sí, son un tanto exclusivos para la entrada.
Quedan algunas cosas en el tintero, pero si alguien necesita algo siempre puede preguntar! My love to you all.
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