NEW YORK NEW YORK

7 sept 2014


Semana grande para Nueva York que celebra estos días la #NYFW. Se me ha ocurrido publicar esta guía, ahora que todo el mundo parece estar allí. Puede que las cosas hayan cambiado un poco durante este tiempo, sin embargo, estos son mis recuerdos de aquel verano que pasé en Nueva York.


Hay dos formas de estar en la Gran Manzana, la primera, con los pies en el suelo y la cabeza mirando a los interminables edificios apiñados en la isla de Manhattan, y la segunda,  a vista de pájaro. Si quieres ver a los neoyorquinos como pequeñas manchas en el suelo no puedes dejar de subir al ESB o al Crysler Building, la entrada suele rondar los 20 dólares. Otra forma para disfrutar de la ciudad desde las alturas es hacer un viaje en helicóptero alrededor de la isla. El billete para media hora cuesta $200, así que solo es apto para aquellos que no escatimen en gastos.

Por otra parte, Nueva York alberga algunos de los museos más bellos del mundo. En algunos de ellos podrás encontrar las mejores obras de arte del planeta y en otros, como es el caso del Guggenheim, la joya es el museo en sí mismo. El edificio, diseñado por Frank Lloyd Wright, fue construido en el 1957. Aprovecha una mañana luminosa de tu viaje para pasear por la 5av. y ver este maravilloso edificio, eso sí, siempre antes de las 5 pm. Un poquito más abajo te darás de bruces con el Metropolitan. Entrar a dar un paseo por la historia de la civilización te costará la voluntad y además una vez dentro podrás acceder a su azotea (merece la pena subir). En la 53th con la 5av. está el MOMA. La entrada cuesta $25 y merece la pena pagarlos, ya que el día de entrada libre (viernes) no podrás ver nada. Si tienes tiempo no dejes de ver el Museo de Historia Natural.


Pasear por Nueva York no deja de ser una sorpresa constante. Cada portal, cada calle por la que pases tendrá algo inspirador o sorprendente. No dejes de pasear por el Upper East Side, una de las zonas más cotizadas de la ciudad, ni por el Upper West Side donde como visita obligada está el edificio donde vivió y murió John Lennon, el Dakota (72th). Otro de los barrios imprescindibles de Manhattan es el SOHO (Sprint st. en línea verde). Sus restaurantes y sus tiendas con encanto hacen que merezca la pena su visita. Las mejores calles son Prince St, West Broadway y Bleecker st. Antes de pasear por Bleecker st. tienes que haber dejado hueco en el estómago para probar las mejores cupcakes de la ciudad en Magnolia Bakery. Desde el SOHO se puede ir caminando hacia el West Village hasta llegar a Meatpacking District. Esta zona goza de un buen ambiente nocturno, con sus rooftop y algunos de los pub más exclusivos de la ciudad. Sin embargo este barrio que en otra época albergaba mercados de carne, ahora se ha convertido en una zona agradable para los sentidos. Desde intervenciones en los mercados, donde podrás encontrar productos ecológicos, hasta uno de los espacios urbanos más bonitos del barrio, el High Line. Este parque en altura con sus tumbonas de madera se ha convertido en un buen lugar donde relajarse del tumulto neoyorquino. Otros barrios que merecen la pena para pasear son Nolita, Tribeca, Noho, East Village y Greenwich Village. En este último párate en el Washington Square Park y presencia algún concierto improvisado. En algún momento tus pies te llevarán hasta Little Italy y China Town. Entra, mira, vete, y no vuelvas, al menos en Little Italy, donde solo encontrarás restaurantes de mala calidad y a precios elevados. China Town por su parte constituye un micro mundo en el centro de Manhattan que es digno de ver.

Entre los edificios más emblemáticos de la ciudad está el Flatiron. Durante muchos años fue el rascacielos más alto de la ciudad y también es conocido como La Plancha. Acércate hasta el Rockefeller Center y hasta St. Patrick Cathedral. No dejes de cruzar el Brooklyn Bridge a pie y no olvides bajar al parque que hay a sus pies para ver uno de los atardeceres más bonitos de Nueva York. Si no quieres perderte nada de nada, levántate temprano, ponte ropa deportiva y ve a correr alrededor del lago de Central Park. Aunque otra de las formas de recorrer el pulmón neoyorquino también puede ser a bordo de unos patines o una bicicleta alquilada. Acércate hasta Harlem para escuchar jazz en algún bareto sin renombre y nunca vayas al zoo del Bronx.

Imágenes: Verano de 2009 @elsoldeinvierno

Muchos de los recién llegados a Nueva York suelen pensar que no hay vida más allá de Manhattan, pero caen en un error, ya que te puedes dejar atrás algunos de los mejores rincones de la ciudad. Uno de los distritos más de moda de Nueva York es Brooklyn. Tanto de día como de noche. Williamsburg es uno de los barrios más jóvenes y atrevidos de la ciudad, de día encontrarás mercadillos callejeros, parques enormes donde tumbarte al sol y algunas de las mejores tiendas vintage  (Beacon´s closet o Not Just Vintage). Haz una parada obligada en Julliette (Bedford av con 5st) y tómate una de sus deliciosas hamburguesas en su terraza de arriba. En Williansburg también está otro de mis restaurantes favoritos de la ciudad. Se llama Aurora (Grant st.) y tiene sorpresa. Después de una cena a la luz de las velas, sal del restaurante y baja la calle, no tengas miedo por la falta de luz, déjate arrastrar por la luz de fondo. Llegarás a un pequeño parque con tres árboles y tres bancos, siéntate y ya me contarás...

No olvides comprar "Time Out" en cualquier establecimiento y echar un vistazo a todos los eventos que hay previstos para la semana. Allí podrás ver desde los musicales que están en cartel en Broadway, hasta los garitos más punteros del momento. Mi recomendación es que camines todo lo que puedas mientras tus pies te lo permitan, pero cuando los gemelos se resientan, los encargados de transportarte en Nueva York son los viejos vagones de metro. No es el más rápido del mundo, pero tiene su esencia. Compra un ticket para el tiempo que dure tu estancia, hay de una semana y de un mes. A la larga es más económico que pagar un ticket diario.

La vida nocturna neoyorquina es muy activa, aunque nunca llegará a ser como la española ya que la mayoría de los sitios cierran a las 4 am (desde otro punto de vista está bien, ya que te servirá para aprovechar el día). Si vas en esta época del año, la mejor opción para tomar una copa es desplazarse hasta un rooftop. Alguno de los que están más de moda son el  Hotel Gansevoort en el Meatpacking District, el 230 Fifth desde el que podrás tocar el ESB con tus manos y el Roosevel Hotel en el Midtown. En Jane st. hay un hotel muy exclusivo donde en una buena noche podrás compartir barra con el mismísimo Jude Law, se llama Jane Hotel. Eso sí, son un tanto exclusivos para la entrada.

Quedan algunas cosas en el tintero, pero si alguien necesita algo siempre puede preguntar! My love to you all. 


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